7 de septiembre 2021.
La crisis de seguridad que enfrenta México ha puesto en evidencia no solo un repunte de ciertas actividades ilícitas, sino su evolución cualitativa. Dentro de esta última, ocupan un lugar primordial los cambios tanto operativos como estratégicos de los grupos detrás de la comisión de diversos delitos y del ejercicio de distintas formas de violencia en el país. Uno de ellos versa especialmente en torno a la participación de niñas, niños y adolescentes en este tipo de actividades como resultado de su reclutamiento y utilización.
Existen múltiples ejemplos de historias de vida de víctimas de estas prácticas en México, que han sido documentadas y visibilizadas por organizaciones de la sociedad civil o bien por los medios de comunicación. Este es el caso de Damián, quien a sus siete años fue vendido o regalado por su madre en Tamaulipas y, un año después de dicho incidente, ya era parte del grupo delictivo de Los Zetas. Damián fue detenido a los 14 años, cuando ya había participado en múltiples delitos tales como venta de drogas, secuestros y robos (Niño de Rivera, 2020).
Sin embargo, pese a que se tiene conocimiento de estos casos, hasta el momento se carece de un diagnóstico sobre esta problemática que permita no solo la caracterización del fenómeno sino de la respuesta institucional del Estado mexicano partiendo de lo contemplado en los instrumentos normativos.
En reconocimiento a esta situación, la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM) y el Observatorio Nacional Ciudadano de Seguridad, Justicia y Legalidad (ONC) han emprendido un proyecto en esta materia que consta de dos publicaciones sobre el reclutamiento y utilización de niñas, niños y adolescentes por parte de grupos delictivos en nuestro país. Este documento tiene como objetivo brindar elementos de análisis sobre las diferentes dinámicas sociales y factores de diversa índole que influyen en este fenómeno.
A continuación el documento: