- Cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública indican que alrededor de 411 personas, entre 0 y 17 años, fueron víctimas de homicidio de enero a febrero de 2021, lo que se traduce en siete (7) muertes cada día entre niños, niñas y adolescentes.
- Los datos confirman la gran deuda que mantiene el Estado mexicano para dar cumplimiento a la Convención sobre los Derechos del Niño.
- Aún cuando se avanzó en la instauración del SIPINNA, lamentablemente no se le ha otorgado la fuerza política y el presupuesto necesario para constituirse como un sistema de alto nivel jerárquico que articule las acciones, programas y políticas a favor de la niñez.
Este 30 de abril conmemoramos el Día del Niño y de la Niña en nuestro país por haberse firmado en 1924 la Declaración de Ginebra sobre los derechos del niño que establecía, en un contexto de posguerra, que “el niño debe ser el primero en recibir socorro en caso de calamidad”. Desde #REDIM, Red por los Derechos de la Infancia en México, consideramos la fecha como una oportunidad para recordar que, desde antes de esta pandemia, el Estado mexicano está obligado a priorizar el interés superior de la niñez en todas las decisiones de Estado y de los funcionarios públicos y que tiene, a su vez, la oportunidad de demostrar que no se olvidó de la niñez en este contexto.
A la cultura adultocéntrica le resulta difícil reconocer las capacidades y conocimientos de niñas, niños y adolescentes del nuevo milenio, quienes son nativos digitales y generadores de culturas infantiles que se expresan en las redes sociales. Son ellas y ellos quienes ayudaron al mundo adulto a sobrevivir a la digitalización que forzó la pandemia en el sistema educativo, laboral y familiar. Este 30 de abril es una oportunidad para reconocerles y agradecerles su resiliencia en medio de la pandemia y la incertidumbre adulta.
Es prioritario destacar que la niñez mexicana ya representaba para 2020 a 38.3 millones de personas que vivían en el país, es decir que una (1) de cada tres (3) personas es menor de 18 años edad. Vale agregar que 49.6% de las niñas, niños y adolescentes vivían en situación de pobreza para el año 2018 (CONEVAL, Pobreza en México).
Pese a su rol y a la importancia que tienen en la sociedad, la infancia en México padece las consecuencias de la grave situación de inseguridad que ha provocado la violencia armada en nuestra nación. De acuerdo con cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), alrededor de 411 personas, entre 0 y 17 años, fallecieron víctimas del delito de homicidio de enero a febrero de 2021, lo que se traduce en siete (7) muertes cada día.
La inseguridad que sufre la infancia en México también se refleja en las 2,720 niñas, niños y adolescentes que fueron atendidas por violencia (familiar o no) del 1 de enero al 11 de abril de 2021, en particular contra mujeres que corresponden al 77.1% de las víctimas, según la Secretaría de Salud (Cubos dinámicos de lesiones a abril 11 de 2021).
El día del Niño y la Niña en México se recuerda en medio de la creciente epidemia de #NiñezDesaparecida que, hasta el 28 de abril de 2021, cuenta 14,800 niñas, niños y adolescentes entre 0 y 17 años de edad, quienes continúan desaparecidos, tal como lo señalan datos de la Secretaría de Gobernación (SEGOB), a través del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO).
El derecho a la educación también se ha visto mermado por un incremento del abandono escolar que ha sido ocasionado por la pandemia del COVID-19, aunada a una crisis de aprendizaje en la población infantil y adolescente. En 2020, 16.4% de las personas de 3 a 17 años no asistían a la escuela en México, esto es 5.3 millones de niños, niñas y adolescentes. Hoy sabemos que por motivos asociados a la COVID-19 o por falta de recursos, no se inscribieron 5.2 millones de personas en el ciclo escolar 2020-2021.
Estas cifras confirman una vez más la gran deuda del Estado mexicano en el cumplimiento de la Convención sobre los Derechos del Niño (1989, ONU). Como lo hemos señalado en anteriores ocasiones, aún cuando se avanzó en la instauración del SIPINNA (Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes) después de la aprobación de la Ley General, lamentablemente no se le ha otorgado la fuerza política y el presupuesto necesario para constituirse como un sistema de alto nivel jerárquico que articule las acciones, programas y políticas de la federación, las 32 entidades federativas y los más de dos mil municipios; en coordinación con las Secretarías de Estado y organizaciones sociales.
La actual administración federal ha mostrado desprecio a este esfuerzo histórico del país amenazando su viabilidad y la protección internacional que lo respalda. Como forma y fondo es lamentable que el jefe del Estado Mexicano ha incumplido por más de dos años su obligación legal y constitucional de asistir como Presidente del SIPINNA. Los retrocesos de éstos dos últimos años han regresado a indicadores negativos de hace cinco (5) o 10 años atrás, según el indicador oficial que se analice.
En este día 30 de abril, Día del Niño y de la Niña, hacemos un llamado urgente a todos los niveles de Gobierno para que se comprometan a cumplir con su obligación de garantizar los derechos de todas las niñas y niños, sin importar su condición social, características o residencia. El Estado mexicano y las autoridades no pueden conformarse en intervenir solamente en situaciones de emergencia o de vulnerabilidad, pobreza o abandono.
Igualmente, llamamos a que se cumplan los compromisos que el Estado ha asumido ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), en la audiencia temática celebrada el pasado 6 de marzo de 2020, y a que se avance con urgencia en las tareas del Grupo de Trabajo para la Protección de Niñas, Niños y Adolescentes ante la Violencia Armada que fue presentada el pasado 15 de febrero, a solicitud de REDIM y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Especialmente, creando una comisión especial para atender a la niñez indígena participante de las guardias comunitarias indígenas en el Estado de Guerrero.
Finalmente, saludamos las iniciativas que se han dado desde los distintos órdenes de Gobierno y poderes del Estado (ejecutivo, legislativo y legislativo) que suman a miles de funcionarias y funcionarios que, aunque con sutiles aportes y sin presupuesto, representan un gesto político de personas interesadas en garantizar los derechos de la niñez.
Juan Martín Pérez García
Director Ejecutivo
Red por los Derechos de la Infancia en México
