Organizaciones de la sociedad civil exigimos que se protejan a las infancias de la violencia criminal en Jalisco

23 / febrero / 2024

  • El homicidio de siete jóvenes en un ataque armado en el Cerro del Cuatro no puede quedar impune. La madrugada del 18 de febrero fueron atacados a balazos en la colonia Nueva Santa María.
  • Cinco de las víctimas eran menores de edad: dos de 14 años y tres de 15 años.

Organizaciones de la sociedad civil expresamos nuestra preocupación por la violencia armada y criminal que se está viviendo en el país y que tiene como principales víctimas a niños, niñas y adolescentes, en especial a la niñez y adolescencia en el estado de Jalisco. Llamamos a la autoridades para que por ningún motivo quede impune el homicidio de siete jóvenes, entre ellos cinco adolescentes, víctimas de un ataque a balazos, ocurrido la madrugada del 18 de febrero en la colonia Nueva Santa María, en las faldas del Cerro del Cuatro, en esa entidad.

Este acto cruel representa una grave violación a los derechos de las niñas, niños y adolescentes. En el artículo 14 de la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes se puede leer: “Niñas, niños y adolescentes tienen derecho a que se les preserve la vida, a la supervivencia y al desarrollo. Las autoridades […] deberán llevar a cabo las acciones necesarias para garantizar el desarrollo y prevenir cualquier conducta que atente contra su supervivencia, así como para investigar y sancionar efectivamente los actos de privación de la vida”.

A pesar de las estrategias implementadas por las autoridades para proteger la infancia y la adolescencia, sólo en enero de 2024 se han registrado seis (6) homicidios con arma de fuego de personas entre 0 y 17 años en Jalisco (ellos son una (1) mujer y cinco (5) hombres); un aumento con respecto a los cinco (5) casos reportados el mismo mes, en 2023. Hay que recordar que Jalisco fue en el último año (2023), la séptima (7ª) entidad con más homicidios cometidos con arma de fuego, contra personas entre 0 y 17 años de edad que se reportaron en el país, de acuerdo con datos de incidencia delictiva del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (a enero 2024). Mientras que en materia de homicidios dolosos se han registrado siete (7) homicidios dolosos de personas entre 0 y 17 años en Jalisco (una (1) mujer y  seis (6) hombres) en enero de 2024; esto representó un aumento con respecto a los cuatro (4) homicidios dolosos de niñas, niños y adolescentes registrados el mismo mes de 2023.

Las organizaciones condenamos enérgicamente que se sigan repitiendo éstas masacres en Jalisco contra la niñez y adolescencia y también en el resto del país, así como todos los actos de violencia armada y criminal en México, que están robando a la infancia y la adolescencia su futuro y su derecho a vivir una libre de violencias; truncando sus sueños y sus posibilidades. Es fundamental que este crimen no quede impune; exigimos una investigación exhaustiva, veraz y pronta que esclarezca los hechos; además de dar con los responsables y garantizarles a las víctimas, el pleno acceso a la justicia.

Sucesos como este muestran la asimilación que existe respecto a la violencia que sufren los jóvenes del Cerro del Cuatro, como menciona la Dra. Danielle Strickland en Jóvenes, violencia y miedo: la (in)seguridad en el Cerro del Cuatro (2019): “La marcada escala jerarquizada de valoración de vidas humanas en nuestra sociedad se nota diariamente en los medios de comunicación: donde homicidios de defensores de derechos humanos, periodistas, políticos, servidores públicos y otra “gente bien” reciben mucha publicidad y protesta pública mientras que la plétora de muertes de jóvenes marginados, excluidos de los sistemas formales de educación y trabajo a menudo ni llegan a los periódicos o salen en notas pequeñas…”.

Demandamos a las autoridades que se tomen las medidas necesarias para intervenir en zonas marginadas como el Cerro del Cuatro que se han convertido en focos de violencia para las juventudes y que se implementen de políticas públicas que atiendan las causas estructurales de la violencia, como la pobreza y la desigualdad, “destacando la falta de oportunidades para estudiar y trabajar en las zonas de relegación como el Cerro del Cuatro” (Strickland, 2019).

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