- Saludamos la voluntad política del presidente y la SEP sobre la reapertura, por lo que resulta urgente convocar al diálogo a toda la comunidad educativa, a fin de generar condiciones para un retorno gradual y seguro a las escuelas.
- El semáforo epidemiológico no puede ser un argumento rígido y discriminatorio que afecte el derecho a la educación. La evidencia disponible en otros países no asocia el retorno a las escuelas con el incremento de contagios.
- La escuela es también un espacio de contención emocional y protección social, a un año del cierre es evidente la crisis de aprendizaje, problemas de salud mental, incremento del abandono escolar y trabajo infantil; expresiones perniciosas por ignorar la voz de más de 30 millones de niñas y niños durante la Pandemia.
- Llamamos a que sesione de forma urgente el SIPINNA para articular los esfuerzo de las Secretarías de Educación, Salud, Bienestar, Trabajo y Hacienda; así como entre los ordenes de gobierno federal, estatal y municipal para el retorno escolar.
A un año del cierre de escuelas en México, resulta urgente convocar a un amplio diálogo a toda la comunidad educativa (autoridades educativas, docentes, familias y estudiantes) a fin de generar condiciones para un retorno gradual y seguro a las escuelas, que permita garantizar el derecho a la educación para más de 30 millones de niñas, niños y adolescentes. El retorno inmediato a la escuela permitirá contrarrestar los efectos sociales nocivos de la pandemia: crisis de aprendizaje, problemas de salud mental, incremento del abandono escolar y trabajo infantil.
El desarrollo pleno de niñas, niños y adolescentes está directamente vinculado a la socialización con sus pares y al movimiento físico; ambos son elementos clave para su desarrollo metabólico y cognitivo. Durante el último año se ha forzado a millones de niñas, niños y adolescentes a
reducir el movimiento físico y la interacción social, ocasionando una crisis global en esta población. El Secretario General de Naciones Unidas, Antonio Guterres, ha realizado varios llamados a los Estados a priorizar el retorno las escuelas. “En un momento en que el mundo sigue luchando contra la pandemia, la educación, como derecho fundamental y bien público mundial, debe protegerse para evitar una catástrofe generacional”. Esta advertencia es relevante para México con los recientes datos aportados por el INEGI: “por motivos asociados a la COVID-19 o por falta de dinero o recursos no se inscribieron 5.2 millones de personas (9.6% del total 3 a 29 años) al ciclo escolar 2020-2021. Sobre los motivos asociados a la COVID-19 para no inscribirse en el ciclo escolar vigente (2020-2021) 26.6% considera que las clases a distancia son poco funcionales para el aprendizaje; 25.3% señala que alguno de sus padres o tutores se quedaron sin trabajo, 21.9% carece de computadora, otros dispositivo o conexión de internet. Más de la mitad de la población de 3 a 29 años tiene mucha disponibilidad para asistir a clases presenciales una vez que el gobierno lo permita.”
La crisis de aprendizaje al permanecer mucho tiempo frente a pantallas, a menudo sin condiciones materiales para ello y sin un acompañamiento adecuado por parte de familiares que no cuentan con formación ni herramientas para ello. Esto se suma al agotamiento de las familias ante la dinámica del confinamiento, quienes no pueden sustituir el rol de maestras y maestros.
Impartir clases por televisión no ha logrado consolidarse como una solución eficiente a los retos educativos y no se puede mantener esta dinámica porque la afectación para niñas, niños y adolescentes es muy alto en relación con sus habilidades sociales, estabilidad emocional, desarrollo físico, adquisición de conocimientos, pero, sobre todo, si se analiza el impacto de la incertidumbre en sus perspectivas de futuro. El programa “Aprende en casa” del gobierno federal fue una respuesta inmediata y pragmática, que fue superado por la realidad a los pocos meses de su implementación. El formato televisivo no corresponde con que 8 de cada 10 niñas, niños y adolescentes, antes de la pandemia, sólo se comunicaban a través de dispositivos móviles, la televisión ha representa un retroceso respecto a la necesidad de interacción (fundamental en el proceso de aprendizaje significativo), situación que el internet sí permite e incluso puede fomentar positivamente. Es urgente reestructurar el modelo educativo que dejará de ser presencial, para transitar a modalidades híbridas e innovadoras para enfrentar la Era COVID-19 que apunta a impactarnos por varios años más.
Estamos también frente a la oportunidad de iniciar un amplio diálogo nacional que desencadene procesos de las comunidades educativas, entre los que destacan superar la mirada adultocéntrica que confinó a niñas, niños y adolescentes, padeciendo las decisiones adultas sin haber podido participar ni ser consultadas y consultados. Este diálogo tiene que ser inclusivo con las personas altamente excluida, a través del lenguaje amigable, en lenguas indígenas y que considere la discapacidad en niñas, niños y adolescentes. Tendrá que ser un elemento crítico en la estrategia de comunicación con la que se les brinde información oficial para explicar adecuadamente lo que estamos viviendo; por ejemplo por qué no están considerados en la estrategia de vacunación por COVID-19.
Compartimos la solicitud de los sindicatos magisteriales de ser considerados con prioridad en la estrategia de vacunación, por el rol insustituible de las y los maestros en el retorno gradual y seguro a las escuelas, esto implica la prioridad para vacunar al segmento de población de riesgo por edad y co-morbilidades, sin frenar el retorno por no estar en posibilidad de vacunar a las y los docentes más jóvenes, quiénes tendrán que mostrar generosidad y flexibilidad para colocar a la niñez por delante.
#REDIM; Red por los Derechos de la Infancia en México; les invita a mostrar voluntad política para trabajar conjuntamente, entre autoridades educativas, familias y estudiantes para iniciar los preparativos de acuerdo al semáforo epidemiológico municipal, basando las decisiones en datos y lecciones aprendidas, construyendo acuerdos entre todas las partes implicadas y priorizar el interés superior de niñas, niños y adolescentes.
Naciones Unidas, UNICEF y UNESCO ya han llamado a los distintos países a que trabajen en el retorno de forma gradual y segura a la educación presencial. Existen distintas experiencias latinoamericanas que avanza con un modelo híbrido de conectividad desde la comunidad educativa; Ecuador amplió en su normativa el reconocimiento oficial de educación en casa y en pequeñas experiencias educativas que promueven el aprendizaje significativo; República Dominicana hizo una pausa durante la que preparó a todo el personal docente y ahora están iniciando con un modelo híbrido que incluye televisión, radio e internet.
Necesitamos prepararnos para la Era COVID-19, pues la vacunación será un proceso gradual y costoso, además de que no hay garantía de que se logre prontamente vacunar al 70% de la población nacional; de tal forma que vamos a continuar con las olas de contagios. Es importante asumir que será la realidad al menos por un par de años más. Las habilidades de resiliencia en el actual contexto y los aprendizajes que niñas, niños y adolescentes han desarrollado deben ser reconocidos, valorados e incorporados si queremos consolidar un sistema educativo sin exclusiones, sin discriminación y sin dejar a los más pobres atrás.
Es importante señalar que concebimos dicha apertura desde la perspectiva de un retorno gradual, seguro y sin discriminación hacia niñas, niños y adolescentes, en el marco institucional del Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (SIPINNA) que permita su implementación de forma articulada, que identifique los puntos de consenso y ponga el interés superior de la niñez por delante. Por ello Llamamos a que sesione de forma urgente el SIPINNA para articular los esfuerzo de las Secretarías de Educación, Salud, Bienestar, Trabajo y Hacienda; así como entre los ordenes de gobierno federal, estatal y municipal para el retorno escolar.
Confiamos en que la nueva Secretaria de educación, la profesora Delfina Gómez Álvarez, que ha expresado la importancia de priorizar el retorno gradual y seguro, dimensione la problemática y acepte la solicitud de diálogo amplio que estamos realizando, asumiendo el liderazgo de este proceso.
El Interés Superior de la Niñez establecido en el Artículo 4º Constitucional obliga a dejar atrás el adultocentrismo, los cálculos políticos e intereses particulares para garantizar a niñas, niños y adolescentes la oportunidad de continuar con sus proyectos de futuro.
Atentamente:
Juan Martín Pérez García
Director Ejecutivo de REDIM
@juanmartin_mx