Como todos los años, Santa Claus nos ha hecho llegar su carta a REDIM para manifestar, una vez más, su preocupación por la situación de los niños, niñas y adolescentes en México. Acá su mensaje a las infancias y en especial, a las autoridades del Estado mexicano, a quienes les pide cumplir con su deber de garantizar el respeto a los derechos humanos de la niñez y adolescencia en nuestro país. Este es su mensaje:
¡Hola! Me da mucha emoción saludarles y contarles que hoy quise hacer un alto para recordar a todas las niñas, niños y adolescentes en México. Y no sólo para revisar si se portaron bien o qué regalos voy a enviarles, no… sino para recordarle a toda la gente, y sobre todo al Estado mexicano y a las personas servidoras públicas de sus instituciones, que ellas y ellos son sujetos de derechos.
Este año pudimos ver que en México la población más numerosa es precisamente la de niñas, niños y adolescentes, 38.5 millones según el último censo del INEGI (aunque para estas fechas ¡quizá ya son más!). Por eso es muy importante que todas las instituciones en México se preocupen y ocupen de niñas y niños tanto como yo.
¡Estamos hablando de más de la tercera parte de la población en este país! Y todas ellas y ellos también quieren y merecen un mejor país donde vivir. Sí: eso es lo que más estoy viendo desde el Polo Norte y en todas las cartas que recibo de México. En los últimos años, niñas y niños además de pedirme juguetes, me escriben para pedirme más seguridad, más espacios para jugar y menos violencia. Las niñas, todas ellas muy poderosas, me siguen escribiendo para pedir que termine la violencia en su contra. Y no sólo la violencia directa, terrible, que viven; sino la violencia de la desigualdad que hace de ellas las más pobres, las que tienen menores oportunidades de educación e ingresos cuando crezcan, las que más se hacen cargo de los cuidados de sus familias. Las niñas y las adolescentes ni siquiera pueden salir solas a la tienda o a jugar, porque las siguen desapareciendo y las autoridades no están haciendo bien su trabajo para encontrarlas ¡Con todo y que este año se publicó oficialmente el Protocolo Adicional de Búsqueda de Niñas, Niños y Adolescentes! Tengo aquí la carta de Chuchi, por ejemplo, con mucha preocupación por la niñez desaparecida y también me está hablando de la niñez buscadora…
Bueno, pues tengo que hacer este alto en el camino para recordarle al Presidente, a las y los Gobernadores, a cabildos y Presidencias municipales que ¡les toca! Sí; a mí me toca cumplir algunos de los sueños de niñas y niños, pero a ustedes en las instituciones del Estado les toca hacer realidad el sueño de una educación incluyente; el sueño de no pasar hambre ni comer chatarra; el sueño de tener garantizado su derecho a la salud; el sueño de no temer que la violencia toque a sus puertas; el sueño de que alguna vez les pregunten sobre qué piensan y sueñan, el sueño de que cuente su opinión. Yo hago mi parte llevándoles juguetes, pero lo que más necesitan para ser felices es vivir en un país donde se garanticen todos sus derechos.
Y hay algunas cosas serias, graves, que me ponen muy triste y enojado:
- Desde que se tiene registro, 80,299 personas de 0 a 17 años han sido reportadas como desaparecidas, no localizadas o localizadas. ¡Las autoridades tienen la responsabilidad de hacer que regresen a sus casas y que yo pueda llevarles sus regalos!
- Entre 2018 y 2020 la pobreza en la población de 0 a 17 años aumentó 2.3 puntos porcentuales y la pobreza extrema, 1.9. ¡Es el único grupo de población que aumentó sus niveles de pobreza y pobreza extrema! Eso es inadmisible.
- Y sobre la niñez migrante, de enero a octubre de este año, el gobierno mexicano hizo 48,707 detenciones: ¡un aumento de 402.5% respecto al año pasado! Perdón, pero esos niños y niñas que huyen de sus países también son titulares de derechos al entrar en México. Voy a estar muy atento para que el año próximo mejore seriamente esta situación.
Y quiero recordarles que la militarización nunca ha dejado nada bueno, en ningún país. Yo ya no llevo armas de juguete ni soldaditos: a las niñas y los niños hay que llevarles paz y no guerra. Los soldados no son policías, ni cuidadores de los territorios, ni brigadistas vacunadores: seguir poniéndolos en las calles de México solo va a empeorar la situación.
Y una última cosita, enorme: la Ley General de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes es algo que me pidieron mucho. Ahora México tiene un Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes, el famoso SIPINNA, que debe garantizar los derechos de la niñez y que para ello necesita de todo el respaldo político y presupuestal. ¿Qué es esto que estoy leyendo… me piden que SIPINNA no desaparezca ni lo reduzcan en capacidad? Bueno, por lo que estoy viendo, ¡no entiendo cómo México podría permitirse pensar en retroceder! ¿No creen?