Sr.
Fox, sabemos que usted es el Presidente o sea el
mero mero de México.
Desde
hace algunos días también sabíamos
que íbamos a tener una reunión aquí
en su casa donde vive y trabaja y que se llama los
Pinos.
Sabíamos
también que uno de nosotros, chavo o chava,
iba a tener la oportunidad de darle un mensaje a
nombre de todos.
Ayer
nos reunimos toda la mañana para ponernos
de acuerdo sobre que decirle y elegir a quien iba
a hablar con usted. Y me tocó a mí
decir todas estas palabras, pero a nombre de todos;
todos los que estamos aquí, chavos y chavas,
y ojalá que lo que digamos sea lo que también
le quisieran decir muchos que no están aquí
y esos muchos están viviendo en las calles
de todas las Ciudades de este País.
Señor
Fox, ¿ sabe usted cuántas veces han
venido a esta casa chavos y chavas que viven
o han vivido en la calle? Porque ha de saber usted
que nosotros de ahí venimos y muchas cosas
gachas hemos vivido aunque tengamos pocos años,
pero bueno, nosotros ya la hicimos gracias a que
existen instituciones donde hay hombres y mujeres
que nos han dado la mano y buenas lecciones para
zafarnos de vivir en la calle.
Pero
ahora la pregunta es ¿qué puede
hacer y que va a hacer usted y su gobierno para
liberar a muchos más, chavos y chavas, y
si se puede a todos, de la vida y las broncas de
la calle?
Otra
pregunta que mucha gente se hace pero que muy pocas
veces nos preguntan a nosotros es la siguiente ¿por
qué hay niños y niñas que se
tiran a vivir en la calle? Hay le va la respuesta
según nosotros:
Señor
Presidente Fox, la verdad es que en nuestras familias
y en nuestros barrios se viven cosas gachas: para
empezar mucha pobreza, desempleo de
nuestros padres, y muchas veces trabajo mal pagados
que no alcanzan para
mantener a la familia y creemos que por esto luego
viene la desesperación de nuestros papás,
los gritos, los golpes, el alcohol y también
el abandono. Y luego en nuestro barrio faltan lugares
para jugar, convivir, hacer deporte y vivir sanamente.
Y
así con tantas broncas a uno le da por irse
a la calle pensando que es una solución a
nuestros problemas, y la verdad al principio uno
se siente feliz y libre, uno echa buen relajo pero
poco a poco uno se va cayendo y te van atrapando
las broncas de la calle: la droga, las enfermedades,
la violencia y los abusos sobre todo de la gente
que tiene que ver con el gobierno. La calle es la
calle y uno tiene que entrarle a todo.
Pero
también queremos decirle que hay cosas que
no nos ayudan a dejar la calle. Por ejemplo: la
droga, las malas influencias, el circulo de violencia
entre los niños y los cuerpos policíacos,
la humillación de la sociedad y también
porque no decirlo, la falta de espacios de atención,
la falta de ideas creativas del gobierno, el miedo
de nosotros a regresar a nuestra casa y enfrentar
los problemas. También que los lazos de amistad
entre nosotros son más fuertes que con nuestros
propios familiares.
También
tenemos que decir que hay lugares en donde
no se respetan los derechos de los niños,
no se nos deja opinar, no contamos para nada y donde
más bien nos sentimos encerrados. En esos
lugares como que no se ve mucho compromiso de los
adultos y la verdad que en un ambiente así
preferimos quedarnos en la calle.
Y
como estamos hablando con la pura verdad, también
tenemos que decir que muchas veces nosotros mismos
le sacamos a la responsabilidad de un cambio de
vida, nos da pereza y la verdad que eso de acatar
ordenes y normas como que de momento a nadie le
gusta.
Pero
aunque la realidad se ve difícil, como dijo
alguien de nosotros " DEL INFIERNO SE PUEDE
SALIR", y para que cada día haya más
niñas y niños
zafándose de vivir en la calle le pedimos
su apoyo y le hacemos todas estas
propuestas:
-
Que a esos niñas y niños que en
el país son muchos y que todavía
ocupan que se les eche la mano, para empezar
no se les juzgue y culpe de su situación,
ni se les etiquete. Que se tenga confianza en
ellos y que se les brinde cariño, respeto
y dignidad. No hay que mirarlos gacho,
hay que ayudarlos mucho.
-
Que las instituciones que se dedican a apoyar
a esta población reciban más apoyo
de todos: de la sociedad, del gobierno y de
grupos internacionales; pero eso sí que
estas instituciones se comprometan a
respetar los derechos de los niños y
a brindar servicios de mucha calidad. Para eso
hay que apoyar que se capaciten a quienes trabajan
en estas instituciones.
-
Que
exista cooperación entre las organizaciones
que nos apoyan.
-
Que existan talleres de capacitación
para aprender a trabajar, espacios en donde
chavos y chavas se comprometan.
-
Que en los programas no nos encierren, que no
nos lleven por la fuerza o engañados.
-
Que los programas no sean aburridos, se tome
en cuenta la opinión de los niños
y niñas y claro, que no se les grite,
se les humille y mucho menos se les golpee.
Que los programas sean chidos donde no se nos
dé todo, sino que se nos enseñe a
tomar decisiones, a esforzarnos y a luchar
por una vida nueva.
-
Y para que ya no sigan llegando niños
y niñas a vivir a la calle, hay que apoyar
a las familias, a los barrios, a las zonas
indígenas y rurales; hay que crear
más empleos bien pagados; también
hay que luchar en contra de la pobreza
que mucha tristeza le trae a la gente.
Quisiéramos
decirles muchas cosas Señor Presidente, pero
ya habrá otra oportunidad, porque esperamos
que esta no sea ni la primera ni la ultima
ocasión que nos invita a su casa.
Señor
Presidente, esperamos que nuestras palabras sean
inteligentes, y se tomen en cuenta, porque esto
es lo que pensamos, aunque los adultos nos hayan
ayudado a acomodar todas nuestras ideas.
Gracias
Cinthya Nallely Morales Ruíz
Ayuda y Solidaridad con las Niñas de la Calle
I.A.P.
14 años
A nombre de niñas, niños y jóvenes
presentes.